11/10/12

Internet también contamina

La mayoría de los centros de datos consumen deliberadamente grandes cantidades de energía de un modo incongruentemente despilfarrador.

Cada día se ponen en marcha cantidades formidables de datos cuando, con un inocente clic, descargamos películas en iTunes, consultamos extractos en la página de Visa, enviamos correos con archivos en Yahoo, compramos en Amazon, publicamos en Twitter o leemos periódicos en Internet.
Para sostener esta explosión de información digital, existen actualmente decenas de miles de centros de datos, con hileras y más hileras de servidores repartidos en cientos de miles de metros cuadrados, todos ellos con sistemas de refrigeración industriales.

Un estudio llevado a cabo durante un año por The New York Times revela que estos cimientos del sector desentonan con su imagen de pulcra eficiencia y respeto medioambiental. La mayoría de los centros de datos consumen deliberadamente grandes cantidades de energía de un modo incongruentemente despilfarrador.

Las empresas de Internet mantienen sus instalaciones a pleno rendimiento 24 horas al día, sea cual sea la demanda, y derrochan el 90% o más de la electricidad que extraen de la red, según descubrió The New York Times.

Expertos del sector afirman que los almacenes digitales consumen en todo el mundo alrededor de 30.000 millones de vatios de electricidad, más o menos el equivalente a la producción de 30 centrales nucleares.

Para protegerse de un corte de suministro, dependen además de hileras de generadores que emiten gases producidos por el gasóleo. La contaminación de los centros de datos ha sido citada cada vez con más frecuencia por las autoridades por violar las regulaciones de pureza del aire. En Silicon Valley, numerosos centros de datos aparecen en el Inventario de Contaminantes Tóxicos del Aire del Gobierno estatal, un listado de los principales contaminantes por gasóleo de la región.

“A la mayoría de la gente, incluso a los miembros del sector, les cuesta asimilar las cifras y la envergadura de esos sistemas”, señala Peter Gross, que ha colaborado en el diseño de centros de datos. “Un solo centro puede consumir más energía que una ciudad de tamaño medio”, advierte.

A petición de The New York Times, la asesoría McKinsey&Company analizó el consumo energético de los centros de datos y descubrió que, por término medio, solo utilizan entre un 6% y un 12% de la electricidad que alimenta sus servidores para realizar cálculos. El resto se destina a mantener los servidores parados en caso de un incremento de la actividad. “Este es un secreto turbio del sector, y nadie quiere ser el primero en entonar el mea culpa”, señala un directivo. “Si perteneciésemos a la industria manufacturera, tendríamos que cerrar al instante”, añade.

El consumo ineficaz de energía obedece en gran medida a una relación simbiótica entre los usuarios que exigen una respuesta inmediata al clic de un ratón y las empresas que ponen en peligro su
negocio si no satisfacen esas expectativas.

Además de generadores, la mayoría de los centros de datos de envergadura contienen hileras de enormes volantes de inercia o miles de baterías de plomo y ácido para alimentar los ordenadores en caso de un fallo de solo unas centésimas de segundo. “Es un despilfarro”, asegura Dennis P. Symanski, investigador de la organización sin ánimo de lucro Electric Power Research Institute.

Imagen: Centro de Datos Facebook


Fuente http://tecnologia.elpais.com